La Lombriz

Es cuando menos te lo esperas cuando vuelve a aparecer La Lombriz. Recorre tus tripas de forma implacable, dejando tras de sí un aborrecible rastro de negras agujas que perforan la carne y atormentan la mente. Nada puedes hacer por pararla, pues su existencia está intrínsecamente ligada a ti y tus actos. Asume tu derrota.

Creías que estabas sanando, que te estabas regenerando, pero realmente sabías que no era así. Todas las noches apagando la luz pensando «¿Vendrá a hacerme un visita antes de dormir? ¿Me volverá a susurrar sus helados cuchillos al oído?». La respuesta era, obviamente, sí.

La Lombriz hace tiempo que dejo de ser un simple parásito en tu cuerpo, ahora eres su siervo y solo vives para ella. Revuélcate en la tristeza y la angustia, aráñate los ojos para ahogar la paranoia y la soledad, vomita toda tu ira para dejar hueco al vacío y luego… disfruta un poco del calor del sol, quizás incluso alguna sonrisa distraída de alguien que dice ser cercano, piensa que aún existe una pequeña brizna de esperanza, aliméntate de nuevo y sana, pues La Lombriz requiere de más materia que consumir. No te extingas del todo, debes alimentar a tu reina. Ese es el ciclo que se te ha impuesto.

Tratas de ahogar tus emociones inundando tu cabeza con música, mas cuando se hace el silencio descubres que solo es sal que echas a tus heridas. Tus intentos por tranformate en una estatua animada nunca darán sus frutos, pues por dentro aún duele. Aún sufres. Puedes esgrimir esa falsa fachada de satisfacción, felicidad o indiferencia todo lo que quieras; solo les engañas a ellos y eso hace que duela incluso más, ¿verdad?.

Quizás deberías alejarte de ellos. Evitar envenenarles con tu presencia y tus palabras. No sabes tratar con personas, así que ahórrales los momentos incómodos. Déjales ser feliz. Déjales tener un futuro. Líbrales de tu pesada carga. Haz algo acertado por una vez. Estate tranquilo, pues tampoco se te echará en falta.

A veces solo queda gritar, pero ella se ocupa de que el grito muera en tu garganta.

A veces solo queda llorar, pero secará tus lágrimas antes de que emerjan, dejándote más frustrado.

A veces solo quedará golpear algo, pero ya estarás tan débil que apenas tendrás voluntad para levantarte de donde estés tirado.

Piensas en morir a menudo, pero ya no tiene sentido. Estás muerto. Eres un cádaver animado. Un títere que interpreta una obra cruel.

Abándonate a La Lombriz.

2 comentarios en “La Lombriz

  1. Wow, Sergio.
    Ya echaba de menos tus terroríficos relatos. 😅
    Genial, me has puesto los vellitos empinaos y he llegado a pensar si es culpa de La Lombriz tantas noches de insomnio. 🤨
    Felicidades! 👏🏼👏🏼👏🏼

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